Mi reseña:

«Que Dios así lo haya querido, eso nadie lo comprende. Y que el río, que se esconde sinuoso al abrigo del pueblo, pueda mostrar su fuerza de esa manera. Así vendrá. El último día. Los dejará solos en medio de todo. Solos, débiles y solos».
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Vendla es una niña de 6 años que vive con su abuela, Nana, en la granja Laukka, rodeada de bosque, animales y el río Lácteo, protagonista en la vida de Vendla y en la novela. De ese río pesca como le enseñó su abuelo, en ese río se esconde y de él aparecen pinceladas de recuerdos de Pieta, su madre ausente.

La religión aparece primero con Nana; ella está convencida de que pronto llegará el día del juicio final y debe mantener a Vendla a salvo de los pecados terrenales. Sin embargo, toma un rol protagónico cuando una parte ortodoxa de la familia que vive en el pueblo aparece en la granja para llevarse a Vendla a vivir con ellos y conducirla por el camino de la salvación.  

«La portadora del cielo» es la historia de una niña que se aferra a los pocos recuerdos que tiene de su madre y que cree que la única forma de salvarse de quienes vienen a llevársela es escondiéndose en la naturaleza y volviéndose parte absoluta de ella. Con Vendla vemos el bosque con otros ojos, olemos los árboles de otra manera y abrazamos al río como parte nuestra.

Por un lado, me dio mucha vibra Las brujas de Salem y La letra escarlata, y por otro es poesía, imaginación, sensibilidad e inocencia. Mucha energía de piscis y sagitario.

Editorial: Fiordo