Mi reseña:

«Resultaba un alivio ver colores que no fueran verdes, incluso el negro se le presentaba como un color radiante. Lo verde era ahora para él todo lo relacionado con el miedo, la repugnancia y el dolor».
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El 15 de marzo de 1975, Walter Goyochea, un joven de Haedo, tiene que presentarse en el Distrito San Martín para empezar la colimba. Hasta último momento, no pierde la esperanza de librarse por algún motivo: quizás se anime a inventar algo, o tal vez ese dolor en los testículos que a veces siente lo salve. Pero no; es enviado al Regimiento 3 de Infantería Manuel Belgrano, más conocido como La Tablada.

A Walter no le interesa la política; sabe que hay conflictos, escuchó nombrar al grupo Montoneros, al ERP, a gente de su entorno repetir que la cosa se está poniendo peligrosa, que la colimba hará que se vuelva un hombre y que pueda enfrentar a los subversivos. Pero ni Walter ni quienes le dicen eso saben realmente lo que es la colimba ni lo que está sucediendo en el país.

«Colimba» es la historia de un joven que tiene otros planes para su vida, que no quiere convertirse en soldado ni en ningún tipo de héroe, pero que la ley argentina del momento lo obliga a pasar un año de su vida lejos de su casa. Ahí se hará amigos, enemigos, descubrirá secretos y vivirá una experiencia sin duda transformadora y profundamente reveladora.

Es una novela que transcurre en una Argentina convulsionada, al borde del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura cívico-militar argentina. Se lee rápido y fluido, tiene muchos momentos de tensión, es entretenida y tiene un gran, gran final. 

Editorial: Trapezoide