Mi reseña:

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«Todos sus gestos eran involuntarios, como si estuvieran superpuestos a una imponente dignidad y contención, y resultaban tan sorprendentes para ella como para el resto del mundo. Esa cualidad era conocida por los directores de teatro como un fenómeno, por un público amplio y exigente como magnetismo físico, y por un nutrido círculo de enemigos de estratos más bajos del ambiente teatral como pura falta de talento».

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¿Cuántas veces escuchamos historias de mujeres artistas que fueron silenciadas, opacadas u olvidadas por el contexto patriarcal que no les permitió florecer? Demasiadas. Zelda Fitzgerald, de apellido Sayre de soltera, es una de ellas.

Zelda nació el 24 de julio de 1900 en Montgomery, Alabama, en el seno de una familia conservadora. Zelda siempre fue una chica aventurera; le gustaba escribir, actuar y era bailarina de ballet. Un futuro en Alabama, casada con un hombre que encontraba aburrido era para ella aplastante. No podía quedarse ahí.

Fue entonces que en 1918 conoció a Francis Scott Fitzgerald, que la encantó y le ofreció la posibilidad de tener la vida que soñaba junto a él. Contra la opinión de sus padres, Zelda y Scott se casaron y partieron a Nueva York.

Durante los «locos años 20», Zelda y Scott disfrutaron de los excesos de la época, mientras él se abría paso en el mundo literario. Más tarde, se convertiría en un escritor mundialmente reconocido y su obra «El Gran Gatsby», un clásico.

¿Y Zelda? Zelda también escribía, pero su marido utilizaba sus textos en sus propias obras y no quería que ella publicara. Años después, ella murió en un psiquiátrico a causa de un incendio a los 48 años.

Es momento de leerla. «Chicas» es la primera parte de su colección de cuentos y la primera vez que se traduce en Argentina. Son 6 cuentos protagonizados por chicas que intentan florecer en un mundo superficial y patriarcal. Con una prosa poética y una voz irónica y divertida, Zelda inmortaliza a sus personajes femeninos, espejos seguramente de ella y de otras mujeres de su entorno.

Elegí «Chicas» como segunda entrega de la suscripción porque quiero que ella deje de ser «la mujer de Scott» y pase a tener el lugar y reconocimiento que siempre se mereció.

Que lo disfruten.